martes, 25 de agosto de 2009

Mi otra vida

Haciendo el tonto un poco por los inhóspitos mares de la red de redes, buscando en google palabrejas sin sentido, he encontrado una de las muchísimas páginas donde, además de decirme qué día voy a morir, me ha dicho también qué he sido en otra vida.

Esto me hace mucha gracia porque yo pensaba que el tipo de gente que sufre reencarnaciones siempre son personas importantes o de reconocido "interés" bien sea cultural, social, militar, artístico..., y es normal porque
todos los que dicen ser reencarnaciones de vidas pasadas han sido en éstas reyes, personas de la alta sociedad, faraones ejipcios, descubridores de nuevos mundos, dictadores, grandes compositores, pintores, escultores o artistas, inventores, genios de la humanidad, profetas, incluso extraterrestres, pero nadie ha sido nunca tabernero, ni carpintero, ni pescador, ni campesino, ni panadero... Hasta el momento pensaba que todo aquel reencarnado había sido alguien importante, pero resulta que no es así.

En mi otra vida yo he sido esto, (cito textualmente):


"
eras hombre en tu última encarnación terrenal. Naciste en algún lugar cerca del territorio que ahora se conoce como Escocia aproximadamente en el año de 850. Tu profesión pudo ser marinero, cocinero o carpintero".

Breve descripción psicológica de tu vida anterior.
Talento natural para la psicología, sabías como aprovechar las oportunidades. De sangre fria y calmado en muchas situaciones.

Lo que tu vida pasada te ha enseñado para la presente.
El tímido, el solitario y el introvertido están donde sea, y tu problema: "debes vencer estas limitaciones y ayudar a las demás personas".

Pues vaya desilusión, siempre había creído que en mi vida anterior había sido cerdo. Si, si, ese animal que está tan rico en churrasco, y que había terminado siendo un cocido, pero parece ser que no es posible la reencarnación en animales, (cosa curiosa dónde las haya, pues preferíria ser cerdo o centollo antes que Hitler o Mao Zedong), y mira tú por dónde, simplemente fui un mediocre cocinero, carpintero o marinero escocés con talento natural para la psicología que sabía aprovechar las oportunidades y de sangre fría. Que digo yo, de qué cojones le serviría a un cocinero tener la sangre fría y talento para la psicología. ¿Es que para preparar un gazpacho hay que psicoanalizar a los tomates?. O a un carpintero saber aprovechar las oportunidades, ¿cuáles?, no creo que en año 850, un carpintero tuviese muchas oportunidades que aprovechar, ¿acaso por aquel entonces en Escocia ya existía El Corte Inglés, y las rebajas?, ¿es que podía comprar sierras y taladros de temporadas pasadas?.

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