"Qué desagradable resulta caerle bien a la gente que te cae mal" (Jaume Perich)

Lo se, después de tantos años viviendo conmigo mismo soy consciente que a primera vista no caigo bien, bueno tampoco la segunda impresión es buena, ni quizás la tercera... No obstante soy incapaz de hacer algo al respecto. Será mi gran capacidad de abstracción cuando algo no me gusta, o simplemente no me interesa, conjugada con mi escasa, más bien nula, fuerza de voluntad, y ¡qué coño!, que no me apetece una mierda ponerme ahora a cambiar mi forma de ser ni mi personal forma de ver la vida y pasar por ella sin pena ni gloria con la simple excusa de lo políticamente correcto.

Si a una persona no le gusto, pues que no mire, a estas alturas no voy a andar con contemplaciones ni con sutilezas y mucho menos con eufemismos. Las cosas las digo como las pienso y como a mi peculiar (seguramente trastornada) cabeza se le da por entenderlas. Quizás no sea esa una práctica muy valorada por el resto de la sociedad, me refiero a lo de decir lo que te viene a la cabeza sin pensar en las consecuencias pero sinceramente me la trae floja. Creo que es mucho peor complicarse la existencia buscando eufemismos y tratando de ser "políticamente correcto".

Parafraseando al gran William Faulkner "Algunas personas son amables sólo porque no se atreven a ser de otra forma". Estoy completamente de acuerdo, la sociedad nos impone ser buenas personas y camuflar, en innumerables ocasiones, las opiniones, que cuando son acerca de otras personas..., nos inventamos eufemismos y empleamos la doble negación para crear más lío. También están las personas que dicen algo y luego se retractan como si se avergonzaran de haber dicho lo que dijeron. Hipócritas. También encontramos a las mentirosas, sin más, que nunca dicen lo que realmente piensan, estas son las peores, las que generalmente a la cara todo son cosas bonitas y luego cuando te das la vuelta te ponen a parir.

Seguramente porque siempre digo lo que se me viene a la cabeza, no caigo bien. Y si además esta honestidad, que no considero que sea ninguna virtud, no me entendais mal, la aderezamos con mi gran aspecto físico, pues tenemos ya la mezcla perfecta para el perfecto tio brasas, agobiante, repugnante, feo e insoportable. Existe la posibilidad de que sean estos los motivos por los que todavía me vuelvo más impertinente con mis "honestidades" y por los cuales a mis casi veintiocho ya no hay quien me aguante.

Qué triste haber tardado tanto en darme cuenta que el amor se sustenta sobre hipocresía y eufemismos. No me considero nadie para dar consejos, pero si realmente quieres a alguien y quieres compartir tu vida con esa persona, has de ser hipócrita. Si eres sincero y honesto y siempre dices lo que realmente piensas y como realmente lo piensas estás condenado a la soledad para el resto de tus dias. A no ser que seas un sincero y honesto muchimillonario....